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Nació 11 de noviembre de 1901, hija de la joven sirvienta de Auguste Berhend. Fue madre soltera, pero su repentina boda con Oskar Ritschel, ingeniero de profesión despejo todas las dudas sobre la paternidad de Magda. Sin embargo este matrimonio duraría apenas 3 años.

Después del anterior fracaso matrimonial Auguste daría a Madga un nuevo padre, el importante fabricante de pieles Richard Friedländer. En contra de todo lo que se podría esperar, las relaciones entre progenitor y padrastro fueron excelentes. Y ambos colaboraron en la educación de Magda como iguales.

En 1906, Magda se fue a vivir a Bruselas con su padre,y se le encargo su educación a las Ursulinas del Sacre Coeur en Vilvoorde.

Con el inicio de la Primera Guerra Mundial volvieron a Berlín. Momento en el que su madre se divorció de nuevo. Madga como muestra de aprecio a antiguo padrastro, adoptó el apellido Friedeländer. A pesar de ello fue su padre quien más influyo en Magda, orgulloso de ella la presento en los más exquisitos circulos de la sociedad berlinesa. Y además para completar su educación, la envió al elitista Internado para señoritas del Holhausen.

Durante el viaje de Vuelta al internado, tras pasar las vacaciones estivales de 1920 con su familia, Magda conoció a Gunther Quandt, riquísimo industrial y recién enviudado, 20 años mayor que ella. En unos pocos mese Magda contrajo matrimonio con él, a pesar de que para ello tuviera que abrazar la fe protestante y renunciar al catolicismo, y cambiar su apellido judio Friedländer por el de su padre Ritschel con raíces más germánicas.

La libertad de la que había disfrutado en su juventud nada tenía que ver con la infinidad de normas de su nuevo hogar, por si fuera esto poco los hijos del anterior matrimonio del industrial, veian a Magda como una extraña en su casa y la hacían sentirse como tal. Ni siquiera el nacimiento de su primer hijo Harald, consiguo aliviar esta sensación.

De cara al exterior Magda era la perfecta esposa, acompañaba a su marido a sus frecuentes viajes, así como a infinidad de actos sociales. Sin embargo la realidad era otra, su marido le exigia justificación de hasta sus más pequeños gastos, si sumamos a esto el rechazo de la familia de Günther, Magda llego a sentirse una prisionera en su propio hogar.

Comenzó entonces una turbulenta relación amorosa con Chaim Vitaly Arlosoroff, judío de origen ucraniano, cuando Günther se percato de esta relación puso fin al matrimonio. Chaim fue uno de los lideres poíticos de la izquierda judía Alemana.

Gunther Quandt fue generoso, con la pensión a Magda, le permitió que se quedara con Harald, y además le dio un apartamento en la zona más lujosa de Berlin, todo con tal de evitar el escándalo. A pesar de esto la noticia corrió y a Magda no le faltaron pretendientes, incluso un sobrino del presidente estadounidense Hoover. Pero Magda seguía enamorada de Chaim.

El verano de 1930, Madga se acercó mas por curiosidad que por conviccion a un mitin del NSDAP el partido nazi, en el Joseph Goebbels aparecía como principal orador.

Goebbels de naturaleza mujeriego, se acabo fijando en Madga y se hicieron inseparables. Su relación se formalizó en 1931. Sin embargo lo que Goebbels no sabía es que Magda no había roto con su joven amante judío, y que este no estaba dispuesto a compartirla, por ese motivo disparó su revolver contra la joven sin alcanzarla. Dos años después Chaim seria asesinado por una facción sionista rival mientras paseaba por Tel-Aviv.

Por aquel entonces el partido que era eminentemente masculino, y que aspiraba a ser un movimiento de masas, necesitaba una gran figura femenina, cuya responsabilidad había caido en la mujer de Göering, Carin Von Kantzov.Pero Magda impresionó a Hitler. La prometida de Goebbels sintió gran dependencia hacía el Führer, ya que se había convertido en su ídolo. Por ese motivo Hitler presionó a su ministro de propaganda para que contrajera matrimonio con Magda.

La felicidad del matrimonio no pareció verse truncada a pesar de la explusión de Joseph de la Iglesia Catolica, ni por la perdida de pensión de Magda. Hitler que siempre se sintio responsable de la pareja duplicó el sueldo a su ministro.

Debido a su reciente matrimonio con el ministro nazi, Magda perdio el cariño de su padrastro Richard Friedländer.

Los años venideros fueron tiempos felices para los Goebbles.

Mes y medio de la llegada de Hitler al poder Joseph Goebbles fue nombrado Ministro de Propaganda, con ello su mujer se convirtió en la Gran Dama del Reich. Siempre maquillada, vestida y peinada impecablemente.

En aquella época Herman Göering se casó con la actriz Emmy Sonnemann, la boda llenaría periodicos y revistas durante semanas, por si fuera poco la cantidad de cargos que acumulaba Göering convertian a su mujer en la primera Dama del Reich. Magda quedaba en segundo plano.

Goebbles era de naturaleza mujeriega, conoció a una actriz checa , Lida Baarova, era habitual verla pasear por delante del ministerio.... Magda se entero de la relación y furiosa amenazó con un sonado divorcio, Goebbels según parece intentó una reconcialiación, pero fracaso, estas noticias llegaron a Hitler que iracundo, negó a Goebbels el traslado que había solicitado a Tokio para finalizar la relación con Magda. El Führer, no solo no quería prescindir de su ministro sino que consideraba una afretan abandonar a quien había recibido la Cruz de Honor de la Madre alemana, por lo que forzó la reconciliación.

La suerte estaba echada, el Doctor Stumpfegger, suministró a los niños previamente sedados una dosis letal de carboxihemoglobina. Magda, espero tras la puerta y tras el mudo asentimiento del doctor, se demasyo instanteneamente.... Poco rato después perfectamente ataviada, subieron las escaleras del búnker, algunas versiones dicen que ella, Magda, mordió una capsula de veneno y Joseph se disparó en la cabeza; otras versiones dicen que el matrimonio se disparó mutuamente. Habían ordenado quemar los cadaveres después de su muerte, para evitar se exhibidos como trofeos.

Los restos del matrimonio y sus hijos fueron encontrados por los rusos y enterrados en los jardines de la KGB, en Magdeburgo 1946, más tarde Yuri Andropov ordenaría la completa destrucción de los restos.